Estarás conmigo en que normalmente no prestamos ninguna atención a la respiración. Seguramente porque se produce por sí sola. Pero, no sé si sabes que es uno de los mejores y más eficaces recursos que tienes a tu alcance para reducir el nivel de estrés e intervenir sobre las emociones que sientes.
Mediante la observación de tu respiración puedes obtener una valiosa información de tu estado psicoemocional.
Porque muchas veces no somos plenamente conscientes de cómo nos sentimos o de cuánto nos está afectando una determinada situación que estamos viviendo.
Por eso te invito a observar tu respiración habitual en cualquier momento si quieres saber cómo te sientes realmente. Ya que Ella nunca miente.
la importancia de la respiración
Fíjate que respirar fue lo primero que hiciste al nacer.
Y marcó el comienzo de tu vida como individuo.
El primer soplo de aire que tomaste del exterior, hizo expandir tus pulmones y logró que comenzaran a funcionar. Con ello gritaste al universo tu presencia y reafirmó el comienzo de tu vida como ser único.
Además, la respiración es un puente de conexión.
Pues conecta tu interior con tu entorno, en un dar y tomar constante. Al mismo tiempo que conecta tu parte inconsciente con tu yo consciente, ya que la respiración es una función automática o inconsciente que no precisa de tu voluntad para producirse, pero puede ser modificada a voluntad cuando tú quieras.
En ella se refleja cómo te sientes.
Pues hay una relación directa entre tu estado psicoemocional y tu respiración. Cada emoción que sientes produce en Ti una forma peculiar de respirar y, a su vez, cada forma de respirar induce en Ti una determinada emoción. Es un camino de ida y vuelta.
Esto es muy interesante e importante, pues indica que induciendo una forma de respirar concreta puedes lograr cambiar o equilibrar tu estado de ánimo.
dime cómo respiras y te diré cómo te sientes
Y ahora dime: ¿Llevas un rato largo en estado de reposo? ¿Cómo es tu respiración en este momento?
Pon tu atención en ella.
¿Es tranquila y calmada o es rápida? ¿Respiras por la nariz o respiras por la boca? ¿Haces ruido al respirar? ¿Tu barriga se mueve acompañando a tu respiración? ¿O solamente hace subir y bajar tu pecho?
Observa y toma nota de ello.
Y ¿Cómo te sientes? ¿Qué ánimo tienes ahora mismo y cómo te encuentras físicamente?
Cada emoción va a asociada a un patrón muy concreto de respiración.
- Se sabe que el miedo provoca una respiración muy superficial e incluso hace contener la respiración.
- Que emociones como el enfado, la ira y la ansiedad provocan una respiración rápida y también superficial.
- Por el contrario, la tristeza y la nostalgia hacen que la respiración sea más lenta y débil con suspiros frecuentes.
- Y que el sentimiento de felicidad, tranquilidad y bienestar produce una respiración más lenta, más profunda y completa.
¿A cuál de estos tipos de respiración se parece más la que estás observando ahora mismo? ¿Es ésta tu respiración habitual?
Entonces, ya sabes qué emociones son las que controlan habitualmente tu respiración e influyen en tu percepción de la vida y los acontecimientos.
Y también sabes que puedes transformar, si lo deseas, esas emociones mediante la propia respiración, influyendo en el modo en que respiras. Y propiciando un patrón de respiración acorde con el estado psicoemocional que quieres conseguir.
Te animo a que lo experimentes por Ti misma. Y a que lo compartas en los comentarios.