El estrés es un excelente mecanismo para asegurar tu supervivencia en caso de peligro.
Pero, ¿sabes por qué motivo y en qué momento comienza el estrés? ¿Conoces qué cambios se producen en tu organismo desde el primer instante en que tu cerebro activa una respuesta de estrés? ¿Sabes por qué te sientes tan alterada y agitada cuando te estresas?
Te lo cuento en este artículo.
Y también, en qué momento cesa esa respuesta y qué ocurre después de que eso sucede.
todo estrés comienza siempre con una respuesta de estrés agudo
Siempre que tu CEREBRO DETECTA UNA AMENAZA, activa de inmediato la respuesta de estrés.
Esto supone la sobre-activación del sistema nervioso simpático, que es el encargado de la actividad, de la alerta. Al mismo tiempo que se produce la inhibición del sistema nervioso parasimpático, que es el encargado del reposo.
Se produce entonces una reacción en cadena que resulta en la secreción extraordinaria de las hormonas adrenalina y cortisol principalmente. En cuanto se secretan estas hormonas en una cantidad muy superior a la de la actividad normal, todo tu organismo entra en estado de estrés AGUDO.
El objetivo de esta descarga extraordinaria de hormonas es PROVEERTE DE ENERGÍA y recursos para hacer frente a esa amenaza. Con ellos tendrás la fuerza y el “reprise” necesarios para salir huyendo, enfrentarte a tu estresor o quedarte paralizada.
¿y cómo activa el cerebro esa respuesta de estrés?
Al instante de detectar una amenaza (zonas de amígdala y córtex cingulado del cerebro), se activa la respuesta de estrés.
La respuesta comienza con una SEÑAL EN EL HIPOTÁLAMO. Este, vía nerviosa (más rápida) y hormonal (más lenta), envía mensajes de alerta a la glándula hipófisis o pituitaria. Y la hipófisis activa inmediatamente una hormona para hacer llegar el mensaje a las glándulas suprarrenales, situadas sobre los riñones.
En los RIÑONES, las glándulas SUPRARENALES producen, escasos segundos después, gran cantidad de ADRENALINA que vierten en la sangre. Esta adrenalina pone rápidamente en marcha ciertos sistemas para enfrentarte a la amenaza o salir huyendo.
Y, pocos minutos después, producen gran cantidad de CORTISOL, para resistir y preparar a tu organismo para las consecuencias de la reacción. O menos cantidad de cortisol si se trata de quedarte paralizada para asegurar tu supervivencia.
Al mismo tiempo que estas hormonas, la hipófisis estimula la producción de otras sustancias indispensables en la respuesta de estrés. Son las ENDORFINAS, encargadas de controlar el dolor que pueda producirse en la reacción de lucha o huida.
Hay una gran inteligencia detrás de este sistema, ¿verdad?
efectos del estrés agudo en tu organismo
Cada una de estas sustancias produce unos efectos muy concretos en el organismo destinados a que reacciones ante la amenaza:
→ La adrenalina prepara el cuerpo para un trabajo muscular intenso, para las reacciones de lucha o de huida.
→ El cortisol se encarga de la resistencia.
→ Las endorfinas, de controlar el dolor.
Y estos son los efectos que se producen en tu cuerpo en la respuesta de estrés:
- La sangre se dirige hacia donde más la necesitas en este momento: hacia tus músculos y tu corazón.
Los vasos sanguíneos de los riñones y del sistema digestivo se contraen para interrumpir su actividad normal. Necesitas más la sangre en los músculos y el corazón. Esto reduce las contracciones del aparato digestivo, y se dificulta o interrumpe la digestión. - Se acelera el latido cardíaco para bombear más cantidad de sangre. Las arterias se contraen para aumentar la presión sanguínea y ayudar a que la sangre fluya hacia los músculos. Las venas se dilatan para facilitar el retorno de la sangre hacia los pulmones para oxigenarse y volver al corazón.
- Los músculos se tensan y se preparan para reaccionar, y los puños se cierran.
- Todos tus sentidos se activan y se agudizan al máximo. Tus pupilas se dilatan para ver mejor. El oído, olfato, gusto y tacto se agudizan para percibir cualquier mínima señal. Tu vello se eriza para darte mayor volumen y asustar al “enemigo” y también estimular el sentido del tacto.
- Los vasos sanguíneos de la piel se contraen para reducir la pérdida de sangre en caso de heridas.
- Empiezas a sudar, pues aumenta tu temperatura, y las glándulas sudoríparas se activan para refrescar tu cuerpo.
- La respiración se acelera. Empiezas a respirar más profundamente y tienes más capacidad para gritar y asustar a quien te amenaza.
En esta situación tu organismo necesita mucha energía. Para producir esa energía en gran cantidad, tu cuerpo comienza a metabolizar la glucosa y la grasa que tiene almacenadas.
¿qué pasa con el cerebro durante un episodio de estrés agudo?
Durante la respuesta de estrés agudo el cerebro también es estimulado por las hormonas del estrés.
Ciertas regiones del cerebro tienen receptores de la hormona cortisol. Y se van a activar a su llegada a las mismas. Estas regiones son las áreas encargadas de la vigilancia, la atención, la memoria y la regulación de las emociones.
La activación de estas áreas también responde a una necesidad de supervivencia.
Al recibir el cortisol en esas áreas:
- El cerebro centra toda tu atención exclusivamente en lo que te amenaza para que puedas resolverlo. Tu vigilancia y tu atención son máximas en estado de estrés agudo, y dirigidas a lo que te estresa. Es por esto que, en esta situación, lo único que tienes en mente es el estresor. Y no te puedes centrar en otro asunto que no sea ese…
- El cerebro memoriza todos los detalles del acontecimiento estresante para que quede registrado para el futuro. Así te será más fácil resolverlo si vuelve a aparecer. Y es por esto que, durante un episodio de estrés agudo, tu memoria aumenta. Y posteriormente recuerdas hasta el mínimo detalle de lo que sucedió aquel día en aquella situación tan estresante para ti…
Así tu cerebro se asegura una mayor probabilidad de éxito en ésta y en una próxima situación si se repite.
¿cuándo cesa la respuesta de estrés?
La respuesta de estrés cesa cuando cesa la amenaza. Esto ocurre si reaccionas y das solución inmediata a la situación que ha provocado la respuesta de estrés. Desaparece, entonces, el estresor. Y tu cerebro da las órdenes oportunas para que termine esta secreción extraordinaria de hormonas, y con ello el estrés.
Y la situación en tu organismo vuelve a la normalidad.
Si el estrés dura un corto período de tiempo y va asociado a sentimientos de satisfacción y bienestar, se le considera un estrés positivo y bueno. Hace posible disponer de la energía y los recursos necesarios para reaccionar inmediatamente ante una “amenaza”. Y no provoca daños “colaterales”. A este tipo de estrés se le conoce por el nombre de “eutrés”.
El estrés agudo dura un breve período de tiempo desde que se activa la respuesta de estrés
Su objetivo es movilizar mucha energía y crear las condiciones para conseguir una rápida e inmediata reacción ante una amenaza
En un próximo artículo de esta serie veremos qué ocurre en tu organismo si la amenaza no cesa. O/y si la respuesta de estrés vuelve a activarse de manera inmediata por otra situación estresante.
Te presentaré al “compañero de viaje y de vida” más común en nuestra sociedad: el estrés crónico.