Es frecuente que a la vuelta de las vacaciones de verano sintamos, unos más que otros, cierta tristeza. Hay personas que la sienten con tal intensidad que incluso pueden llegar a tocar la depresión.
¿A qué se debe esto? ¿Por qué se produce?
Es curioso que esta emoción de tristeza se produzca sobre todo al final del verano. Y lo digo por lo siguiente:
El final del verano, aunque todavía hace calor y buen tiempo, ya anticipa la energía de la siguiente estación: el otoño.
El otoño, según la teoría de las cinco fases de la MTC, corresponde a la fase Metal. Y en esta fase Metal, la expresión emocional correspondiente es, precisamente, la tristeza.
la energía y la emoción del otoño
El otoño hace de transición entre el esplendor y la expresión energética del ser hacia fuera que son propios del verano, y el recogimiento y la interiorización de la energía propios del invierno.
La energía que comenzó su ascenso en el solsticio de invierno y llegó a su máximo esplendor en el solsticio de verano, ya viene en descenso desde entonces.
La alegría como expresión emocional del verano, va cediendo lugar a otras emociones que facilitan y expresan esta dirección de la energía hacia el interior.
El final del verano es tiempo de reflexión, de centrarse y estar en calma. Al término del cuál sobreviene la tristeza.
Piensa en esas horas finales del día, en las que el sol decae hacia el horizonte. ¿A que sueles sentir calma y serenidad en esos momentos? Si estás en el campo o en la naturaleza, seguro que sientes con más facilidad cómo todo va poco a poco callando y quedando en calma y en silencio… E inmediatamente después, al tocar el sol la línea del horizonte y desaparecer con la noche, sobreviene cierta tristeza… ¿verdad?
Tristeza, por el día y la luz que se han ido y que ya no volverán.
Esa tristeza es la emoción del otoño y de Metal.
la tristeza como emoción que te ayuda a asumir la pérdida
La tristeza te ayuda a reconocer y a aceptar la pérdida. A comprender que el cambio constante es parte sustancial de la vida. Y que, a pesar de los cambios, lo que es, es siempre.
La energía de Metal y del otoño es el tránsito del día a la noche, de la exteriorización a la interiorización…
De la vida a la muerte.
La tristeza es, pues, la emoción para superar la separación y la pérdida.
Es la emoción del duelo. Que te facilita dejar atrás lo que fue y aceptar y valorar lo que es. Y te prepara y ayuda para seguir camino, como ser completo e íntegro dentro del cambio permanente.
La tristeza, bien integrada y en equilibrio, te ayuda a aceptar la pérdida y el cambio. E, igualmente, te ayuda a identificar y deshacerte de lo que ya no te es útil.
Si la tristeza aparece y te das permiso para expresarla y vivirla en equilibrio, es muy buena herramienta para aceptar el cambio y para el desprenderse, el dejar ir.
Pero si la tristeza aparece en exceso, te quita la energía necesaria para seguir adelante. Y es muy posible que sientas apatía, cansancio, ganas de estar sola y de llorar.
La tristeza en exceso te lleva al aislamiento (es un desapego en exceso) del entorno y los demás, y te vuelve fría y rígida.
Y, si al contrario, la tristeza está en defecto, se ve mermada tu capacidad de aceptar la pérdida. E incluso te resistes a ella y tienes dificultad en desprenderte de lo que ya no te es útil. Pierdes la confianza en ti misma y en tu propia valía. Y te apegas a personas, a relaciones, a cosas, a la vida… por miedo a perder.
La tristeza en defecto te apega a lo que no es y te hace perder la confianza en la vida. Te acerca al tener y te aleja del ser.
En los dos últimos casos (exceso y defecto), estos signos denotan un desequilibrio en la energía de Metal, que se hace necesario recuperar.
la tristeza en equilibrio, es muy buena herramienta para aceptar el cambio y para el desprenderse, el dejar ir.
la tristeza como emoción que suplanta a otra
Se puede dar, también, el caso en que la tristeza que sientes al terminar el verano y volver a la rutina sea una emoción que estás expresando en el lugar de otra.
Me explico.
Has disfrutado de días alejados de las responsabilidades y deberes habituales, y has vivido, como quien dice, casi otra vida. Y al regresar te topas, así de sopetón, con la rutina y obligaciones de siempre… Que no son bienvenidas de nuevo…
Las vacaciones han supuesto un escape de ciertas situaciones no deseadas o difíciles de llevar, y al volver a tu vida habitual, éstas también regresan…
Y tú, en vez de sobreponerte y actuar para cambiar la situación que no te gusta, te entristeces.
En vez de expresar tu voluntad y decisión de cambio, y poner manos a la obra para conseguir tus objetivos, te sumes en la tristeza y no actúas.
Si es este tu caso, denota una dificultad en la expresión, esta vez, de la energía y emoción de Madera (la rabia), por lo que Metal con su emoción (la tristeza) la suplanta.
qué hacer para expresar y equilibrar esta emoción
Lo primero y fundamental es realizar un ejercicio de introspección, de autoexamen y de toma de conciencia.
Observar qué sientes y cómo. Cuándo comenzó y a raíz de qué. Y reconocer qué emoción estás sintiendo.
Y segundo, buscar y poner remedio si se advierte cierto desequilibrio o dificultad en la expresión de la emoción.
Para todo ello, la Reflexoterapia Podal Tridimensional puede ser tu gran aliada. Más todavía, combinada con Flores de Bach.
Estas técnicas terapéuticas estimulan tu propia capacidad curativa. Te ayudan tanto en la comprensión y reconocimiento de tu situación como en la recuperación. Y te implican, de lleno, en la búsqueda y logro de tu propio bienestar.
Y, al mismo tiempo, realizar ejercicio físico aeróbico, si puede ser en contacto con la naturaleza, mejor; practicar la respiración consciente, cantar y llorar (fuerza el llanto, si lo sientes conveniente), son excelentes para ayudar a expresar esta emoción y a que el Qi, o energía, fluya.