el estrés, Darth Vader o el malo de la película

¿Qué concepto tienes tú sobre el estrés? ¿Te has preguntado alguna vez si el estrés es bueno o malo; si sirve para algo; qué es realmente; o si es útil?

El conocimiento que tenemos del estrés a nivel general es un tanto vago y confuso.

No tenemos una información muy clara y concreta sobre qué es el estrés, ni qué lo produce, ni por qué se produce, ni cuáles son sus síntomas, ni quién puede sufrir estrés, ni en qué situaciones, ni sabemos si hay diferentes tipos de estrés o no…

La mayoría de las personas relaciona el estrés con la falta de tiempo, con las prisas, los agobios, el trabajo, y con el malestar consecuente a vivir esas situaciones.

En general, se piensa del estrés que es algo malo, un enemigo a combatir y a eliminar, como si fuera el malo de la película… algo así como Darth Vader 🙂

¿Y hay razón para pensar eso, o no la hay?

Este es el primero de una serie de artículos sobre este gran desconocido que es el estrés que espero te ayuden a entender qué es realmente, qué lo causa y qué efectos produce o puede producir en ti, para, a partir de ahí, poder gestionarlo adecuadamente.

Empecemos por el principio.

¿qué es el estrés?

Que quede claro: el estrés no es una enfermedad.

El estrés no es un malestar en sí mismo, ni un síntoma, ni una enfermedad; aunque sí puede generarse malestar, más o menos grave, con el estrés que se hace crónico…

Entonces, si no es una enfermedad, ¿qué es?…

El estrés es un mecanismo ancestral y natural de defensa y adaptación que tenemos todos los seres humanos para asegurar nuestra supervivencia como individuos y como especie, y que nos permite adaptarnos adecuadamente a las circunstancias y al medio para sobrevivir.

El médico Hans Selye fue el que le dio el nombre en una tesis que publicó a principios del siglo pasado sobre lo que él llamó el Síndrome General de Adaptación al observar en sus pacientes una serie de síntomas psicofisiológicos que tenían en común y que no correspondían con la enfermedad que tuviera cada uno de ellos, que él achacó al hecho de estar enfermos.

El estrés no es una enfermedad.

Es un mecanismo natural que te permite adaptarte adecuadamente a las circunstancias y al medio para sobrevivir.

¿para qué sirve el estrés?

El mecanismo del estrés es necesario para asegurar tu supervivencia, tu crecimiento, desarrollo y evolución óptimos como ser humano en el medio en el que vives. Forma parte de tu sistema natural de adaptación, es decir, de la conservación del equilibrio para el óptimo funcionamiento y desarrollo de tu sistema psicofísico al completo.

Y el encargado de activarlo es tu cerebro.

Tu cerebro siempre está en alerta. Tiene siempre un mínimo nivel de alerta necesario para activar rápidamente tu mecanismo natural de adaptación ante cualquier situación que perciba como peligrosa para ti y que amenace tu supervivencia.

¿Qué amenace mi supervivencia?… te preguntarás.

Si, tu supervivencia, pues tu cerebro no distingue entre un animal feroz y depredador que amenaza con despedazarte y tu jefe que te exige, te grita y menosprecia continuamente en el trabajo, por ejemplo… Para tu cerebro es lo mismo: una amenaza para tu desarrollo, para tu crecimiento, para tu supervivencia.

Es precisamente en ese momento, cuando tu cerebro percibe una situación peligrosa para ti, que activa el mecanismo del estrés. Y se produce de forma inmediata y automática, es decir, tú no intervienes con tu voluntad o tu pensamiento para que este mecanismo se active.

Y lo que sucede a continuación es que se produce una cascada de acontecimientos fisiológicos mediante los que tu organismo va a producir unas determinadas sustancias (hormonas) que preparan tu sistema psicofísico al completo para hacer frente rápidamente a esa amenaza o salir huyendo, y resolver satisfactoriamente la situación. Y una vez resuelta la situación, tu organismo vuelva a la normalidad.

El estrés te prepara para reaccionar rápidamente ante cualquier “amenaza” o “peligro”.
Es el guardián de tu supervivencia.

el malo de la "peli" que no lo es tanto...

En resumen, el estrés:

  • Te permite adaptarte a las circunstancias y al medio para que sigas tu desarrollo óptimo como individuo, por lo tanto, es necesario y te es útil
  • Forma parte de tu sistema natural de adaptación, por lo tanto, no puede ser eliminado
  • El estrés está relacionado con la percepción subjetiva que tú tienes de cualquier situación, sea ésta laboral, familiar, personal, económica, etc., incluso sea real o imaginaria, no con ninguna situación en concreto.
  • Para que se active en ti el mecanismo del estrés, es necesario que tu cerebro perciba esa situación como amenazante o peligrosa para tu integridad en algún aspecto.
  • Tú puedes estresarte a cualquier edad y ante cualquier situación que cumpla el requisito anterior, seas hombre o mujer y te dediques a lo que te dediques.

entonces, ¿por qué tanto problema con el estrés?

El estrés no supone ningún problema si los acontecimientos se suceden de la forma descrita y, en un corto período de tiempo vuelve tu sistema psicofísico a la normalidad, desde que se activa el mecanismo del estrés ante una situación “estresante”.

El problema surge cuando no se produce la respuesta adecuada y se prolonga en el tiempo la situación de estrés, es decir, cuando el estrés se convierte en crónico… Pero esto lo explicaré en un próximo artículo.

Mientras, espero tus comentarios sobre el post que acabas de leer.

En el siguiente artículo de la serie conocerás cómo y por qué surge el estrés:

María José Moreno Salas_02

Acerca de la autora de este artículo

¡Hola! soy María José Moreno Salas, técnica en medicina tradicional china, reflexoterapia podal superior y arquitecta. Ayudo a mujeres agobiadas, tensas y preocupadas de forma habitual a manejar y reducir el estrés que sienten para que puedan afrontar los cambios y las circunstancias adversas de su vida con calma, decisión y confianza en sí mismas.

Comments 2

  1. Beatriz
    23 agosto, 2017

    No se puede decir más claro. Muchas gracias por cuidarnos! 🙂

    1. María José Moreno Salas
      23 agosto, 2017

      ¡Muchas gracias por tu comentario, Beatriz!

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