La situación que estamos viviendo todos a nivel planetario, nos está poniendo de cara o está sacando a relucir nuestros más profundos miedos.
Algunos de ellos como el miedo a la muerte, a enfermar, al dolor y a la pérdida, están afectando de forma notable a muchas personas.
También los miedos a ser rechazado, a ser señalado, a perder el trabajo, los ingresos, el status social y la credibilidad, se están haciendo más que evidentes entre nosotros, y pueden estar causando perjuicio a quienes los están sintiendo.
Por eso hoy vengo a hablarte del miedo.
la utilidad del miedo
El miedo es una de nuestras cinco emociones primarias, según la medicina tradicional china.
Como toda emoción, el miedo tiene también su utilidad, y en su caso está asociada con la supervivencia. Pues el miedo te avisa del peligro, te pone en alerta. Y con ello te facilita protegerte de ese peligro y poner remedio para afrontarlo. Es la emoción básica del estrés.
Sentir miedo es natural y normal, como sentir cualquier otra emoción. Y es muy útil siempre que hagas caso de su mensaje y te ayude a sobreponerte y a adaptarte a las circunstancias que te amenazan.
Pero, en muchas ocasiones, puede convertirse en tu peor enemigo si no lo reconoces, no lo escuchas, o no sabes cómo gestionarlo.
Porque el miedo que no se quiere ver o que no se percibe, va creciendo en ti poco a poco hasta llegar a dominar tu vida y tus decisiones. Y te va haciendo cada vez más temerosa, insegura y desconfiada, hasta llegar a bloquearte e impedirte vivir plenamente, en un círculo de retroalimentación constante.
Porque la inseguridad y la desconfianza están en la base del miedo, de todos los miedos, y lo hacen crecer. Al mismo tiempo que el miedo alimenta a ambas.
Por eso, reconocer y escuchar una emoción es, pues, el primer paso para poder canalizarla y utilizarla de forma constructiva. Y la única forma de romper ese bucle.
qué puedes hacer, entonces
En este caso, reconocer el miedo que sientes y asumirlo, te proporcionará la energía que necesitas para afrontar y superar los peligros y amenazas que lo provocaron.
Y poner razón, poner reflexión sobre él. Porque el miedo es irracional, y por eso puede ser disuelto a la luz del pensamiento.
Además, al reconocer el miedo que sientes, te vuelves más humana y cobras tu verdadera dimensión. Y cuando esto sucede tomas conciencia de lo vulnerable que eres. El miedo te hace bajar del pedestal y te ayuda a aceptar lo inevitable y lo que queda más allá de tu control. Y a pedir y aceptar la ayuda de los demás.
Y cuando aceptas, confías. Y al confiar te liberas y te abres a la Vida.
Muy interesante me gusta, como saber gestionar mis emociones y hacer frente a un problema que sé tiene, te felicito,
María José, muchas gracias, por compartirlo.
Gracias, Carlota. Me alegra que te haya gustado.